Mitos del cine convertidos en unos insólitos objetos
Mañas y Szenczi presentaron en la misma sala, tiempo ha, una exposición de manjares incomestibles. Pollos, pasteles y coctails para poner en una estantería. Ahora son Marlene, «India Song» o las coreografías de Busby BerKeIey. «Hemos trabajado, nos comentan sus autores, sobre imágenes, sobre un trabajo anterior. Hacemos un producto de un producto existente. Lo que si está claro es que no pretendemos organizar una operación retro. Aunque en los cuadros sobre estrellas (Marilyn por ejemplo) eso sea más difícil, nuestra intención es trabajar sobre algo que ya está lleno de significación, que pertenece al inconsciente colectivo. Por esta razón no elegimos fotogramas fácilmente reconocibles». Ni tampoco utilizan los fotogramas tal cual, en cada objeto hay una manipulación, en la escena aparecen datos míticos que tienen que ver con ella pero que no se encuentran juntos en ningún fotograma concreto. Ahí está, por ejemplo, una especulación sobre «India Song», la película de Marguerite Duras, «partimos sobre un recuerdo reciente. Se trataba de reelaborar ese recuerdo».
La idea de Szenczi y Mañas es la de suscitar una mirada ingenua. «Buscamos únicamente que el publico obtenga un placer, que se identifique más con la obra que con el autor. Al utilizar un antecedente, colectivamente tan conocido como las imágenes del cine, quien ve el cuadro no busca la poética del autor trasladada a la obra. Desaparecemos un tanto tras el objeto. Estamos entre la artesanía y el arte, nos gustaría mantener esta ambigüedad y trabajar con el imaginario de las masas. Antes, los artistas cogían sus temas de la religión porque eran imágenes compartidas por todos. Nosotros hacemos algo muy parecido con las imágenes que han marcado una época, las del cine».
La colección presentada ahora se empezó poco a poco y se dio una fecha límite para terminarla Una fecha que se les ha quedado corta porque todavía hay más ideas en el tintero Quizá dentro de un tiempo vayan a otra sala con la segunda parte de estas «Cine Follies». «Empezamos de una forma rudimentaria. Seguimos el proceso del cine. Los primeros trabajos que terminamos son los de blanco y negro, la incorporación de luces vino después».
La exposición evita que sea un usufructo exclusivo de los cinéfilos sabios que identifican todos los fotogramas Los títulos de cada obra no remiten, en determinados casos, al film original. Una serie tiene el nombre común de «Hipótesis sobre un fotograma robado», bautizo retocado de aquel film de Raúl Ruiz «Hipótesis sobre un cuadro robado».
Cuando hayan agotado el tema cinematográfico, Szenczi y Mañas piensan trabajar sobre los cuentos de hadas. En el fondo, Marlene, Mae West y compañía también son unas hadas… para adultos.
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